jueves, 30 de junio de 2011

Con mi hermano

Despues de veintitantos años aparecio un recuerdo en mi mente. Era un recuerdo infantil.

Mi madre no estaba, mi hermano, 5 años mayor que yo estaba en su cuarto, yo, una niña de unos 10 años estaba en el mio. El me llamo, me dijo que pasara. Le encontre tumbado en su cama desnudo y acariciandose.

No me sorprendi, solo sentia curiosidad por esa parte de su anatomia que nunca habia visto.

Con la mano agarraba su miembro erecto y hacia movimientos de subida y bajada. Yo no podia despegar los ojos aturdida por ese vaiven. Me dijo que trajera la mano y timidamente la fui acercando hasta que el me la agarro colocandola encima de “aquello”. Mi sorpresa fue en aumento porque su tacto era suave y tenia consistencia.

Mi hermano me pidio que moviera mi mano, primero me dirigio con la suya y cuando lo creyo oportuno me dejo hacerlo sola. Seguia admirada, lo que tenia entre mis dedos hacia que mi hermano se retorciera de gusto, que gimiera, jamas habia oido tal cosa. Asi que fui una buena chica y continue haciendo lo que me pedia con una entrega total hasta que, de repente, su mano cogio con fuerza la mia y acelero el ritmo. Lo que senti a continuacion es indescriptible, unos chorros comenzaron a salir con violencia regando todo su torso mientras sus gemidos se intensificaban y su rostro denotaba un placer excelso. No sabia muy bien lo que habia pasado pero me encontre mojando mis dedos en ese liquido viscoso y llevandomelos a la boca. Sabia bien.

Se que no fue la unica vez, una nebulosa rodea el recuerdo de otras sensaciones, el contacto de su mano en mi sexo, otras caricias.

Lejos de inquietarme este recuerdo desperto en mi un deseo morboso de buscar relatos, videos o lo que fuera sobre incestos, algo que estimulara mi imaginacion. Me daba un poco de apuro contarle todo esto a mi marido, desde luego no queria hacerlo a palo seco. Asi que empece a fantasear mientras estabamos en la cama y no me costo mucho picarle con la curiosidad de los videos. Fue el quien consiguio material para solazarnos viendo hermanas primero y luego herman@s; nos poniamos como motos y nos entregabamos a la lujuria pensando barbaridades.

Un dia me reconoci a mi misma que deseaba a mi hermano. Di un paso mas, le dije a mi marido que no solo le deseaba sino que queria ponerlo en practica: estaba loca por acostarme con mi hermano. Vi como se alteraba, su respiracion se hizo mas intensa y me dijo que el tambien lo deseaba, que no entendia por que pero le ponia fatal pensar que me fuera a tirar a mi hermano.

Buscamos la ocasion para coincidir con los niños un fin de semana en casa de mi madre, no era muy dificil en semanas alternas, ya sabemos como va para los padres separados. Los peques en una habitacion y en la otra dos adultos. Nos las ingeniamos para que, de forma natural, tuvieramos que dormir mi hermano y yo juntos mientras mi marido se preparaba su cubil en el salon.

Estaba realmente nerviosa, me parecia irreal que fueramos a intentar semejante cosa. Mi principal miedo era el rechazo, que se escandalizara. Pero bueno, al fin y al cabo ya habia existido antecedentes, lo maximo que ocurriria podria ser una negativa cariñosa, o eso pensaba yo.

Llego el momento de irse a dormir. Mi hermano se metio en la cama y me dio las buenas noches. Entonces yo me aproxime a su cama, le dije que me hiciera un sitio y me sente muy pegadita a su cuerpo. Retire las sabanas un poco, lo suficiente para dejar al descubierto sus hombros y comence a acariciarle con toda la intencion de que era capaz, desde los codos hasta la nuca. Tumbado boca abajo, ni se movio. Dijo que estaba muy roto y queria dormir. Esta era mi oportunidad, movi mi mano hacia la parte baja de su espalda mientras le preguntaba si no tendria un rato para mi, que su hermana estaba juguetona y queria hacerle una propuesta deshonesta.

Quiso no entender pero mi mano ya le agarraba el culo y le espete si nunca se le habia pasado por la imaginacion tirarse a su hermana. Por supuesto dijo que no. Entonces yo le confese que yo si, que lo habia deseado muchas veces. Fueron las palabras clave. Atrapo mi cuerpo introduciendolo en su cama y comenzo a besarme como si fuera mi amante. Mi camison volo por los aires. Algo animal se desato en mi, me coloque encima de el y me puse a besarle, acariciarle, a frotarme contra su cuerpo con pasion adolescente. Le sentia duro pegado a mi cuerpo y ya estaba yo impaciente por metermela cuando me aparto un poco, queria meter su cabeza entre mis piernas. Yo hice lo mismo. Agarre su polla con ansia y empece a comermela disfrutando de cada movimiento y sin dejar de prestar atencion al trabajito meticuloso que me estaba haciendo el. Ahora recuerdo que alguna vez mi cuñada me habia dicho que era un buen amante.

Me tenia como loca, estaba deseando sentir su peso sobre mi. Deje de chuparsela y me tumbe boca arriba, le dije “follame, por favor”. Lo estabamos deseando. Fueron dos empujones, primero solo el capullo, con el siguiente la metio entera. ¡Y yo sin poder gritar! Comenzo a moverse y lo hacia exactamente como a mi me gusta. Le abrazaba con las piernas mientras no dejaba de acariciarle.

Me pidio un poco de relax, estaba a punto de correrse y como el bien dijo, uno no folla todos los dias con su hermano. Me alzo las piernas para dejar a su disposicion mi coñito y mi culo y se puso a comerlos con entusiasmo. Yo estaba disfrutandolo pero no soportaba ni un instante mas la lejania de su miembro. Le pedi entonces que continuara con lo que estaba follandome, que deseaba correrme. Ahora no bajo el ritmo, yo subia el culo, pegaba la cadera para poder sentirle mas y la movia sin parar.

Entonces fue la explosion, los dos a un tiempo nos fundimos en un placer infinito. Y al ir recobrando la conciencia de nuestro cuerpo, seguimos buscando el contacto del otro.

Estuvimos un rato acariciandonos. Entonces le volvi a preguntar si realmente nunca habia deseado tirarse a su hermanita y esta vez confeso que si, que alguna vez esa idea habia aparecido en su cabeza pero habia sido rechazada. Entonces le conte dos pinceladas de mi recuerdo y se sorprendio, en su cabeza no habia nada parecido, su mente habia borrado cualquier situacion delicada conmigo.

Quise entonces dejar abierta la posibilidad de que volviera a ocurrir y dandole un beso le pregunte al oido cuando volveria a llevar los niños a casa de la abuela.

Baje corriendo a refugiarme en brazos de mi hombre. Se lo conte minuciosamente dejando al final que comprobara lo que me habia dejado mi hermano y que ahora mojaba mi entrepierna.

Seguro que no soy la unica que vive estas experiencias. ¿Quereis compartirlo conmigo?

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