Negro y Blanco (1: Negro) (Lésbicos)
Mi primera experiencia fue traumática.
Faltaban tres meses para que yo
cumpliera 16 años cuando ocurrió aquello.
Mis padres trabajaban normalmente hasta
las 8 ó 9 de la tarde en el negocio de joyería del que eran dueños.
Habían
contratado a Elsa para que hiciera la limpieza de las casa y preparara la comida
del día siguiente y como su jornada empezaba a las 3 de la tarde cuando yo salía
del colegio nunca estaba sola en casa, que en realidad era lo que preocupaba a
mi madre.
Elsa era una mujer de unos treinta y
tantos años, era muy activa, se pasaba el día cantando, tenía poca educación y
era algo descarada.
Físicamente no estaba mal, no era muy alta y su cuerpo
estaba lleno de curvas, sus pechos eran grandes y sus caderas anchas, no era
nada fea de cara y en conjunto resultaba ese tipo de mujer que gusta a los
hombres, Estaba casada y su marido era camionero.
Aquel día por algún problema de los
profesores se suspendieron las dos últimas clases de la tarde y yo me fui a
casa.
Elsa no estaba en la cocina y subí a mi habitación, oí como murmullos en
el dormitorio de mis padres, frases entrecortadas, suspiros, gemidos, abrí la
puerta y me quedé paralizada.
Elsa estaba en la cama medio desnuda con un hombre
encima de ella moviéndose como un poseso.
Así cariño!………así
El hombre tenía el pantalón en los
tobillos, su culo blanco y peludo subía y bajaba contra el vientre de Elsa,
ambos jadeaban sonoramente.
Yo seguía paralizada con los ojos y la boca muy
abiertos por la sorpresa, miraba incrédula como los testículos se movían
golpeando las nalgas de Elsa cada vez que el pene entraba y salía de su cuerpo.
Elsa me vio, me miró por un instante para ignorarme inmediatamente.
Sus gemidos se hicieron mas fuertes.
Ahora!…….
.
ahora!……córrete ya.
Empezo a moverse al mismo ritmo que el.
Dámelo ya!…….
.
dámelo ya!……córrete!
Ahora gritaba, lo abrazaba fuerte con
los brazos y las piernas.
Me asuste y salí corriendo a mi
habitación.
Me faltaba el aire y estaba temblando, tenía las imágenes de lo que
había visto metidas en mi cabeza, era la primera vez en mi vida que veía a un
hombre y una mujer haciendo el acto sexual y estaba muy impresionada.
No se el tiempo que pasó hasta que Elsa
entró en mi habitación.
Estaba de lo mas tranquila
Era Ramón, mi marido.
Hace cinco días
que no lo veía y se va otra vez y ya sabes…….
había que echar un polvo como
fuera.
Yo….
.
yo – no me salían las palabras
No les iras a decir nada a tus padres,
verdad?
Yo …yo
Yo se que no esta bien joder en la cama
de tus padres, pero date cuenta que si no me quedo en ayunas tres o cuatro días
mas.
Elsa me miró de una forma rara.
Tu no has echado ningún polvito todavía?
Negué con la cabeza.
Pobrecita mia! Al coñito hay que darle
de comer cariño.
Cuando pruebes, ya veras como te gusta.
Una buena polla como la
de Ramón es una maravilla.
Yo sentía la sangre subirme a la cara,
me sentía arder.
Aquellas palabras de Elsa me parecían horribles.
Te has puesto cachonda mirándonos eh?
Seguro que se te han mojado las bragas.
Estas caliente?.
Seguro que te vas a
hacer una buena paja a nuestra salud.
No…….
yo
Te la vas a hacer seguro, se que tienes
que estar caliente.
Volvió a mirarme fijamente
Oye, no les iras a decir nada a tus
padres?
En aquel punto las cosas se disparataron
Elsa quería tener la seguridad de que yo no iba a hablar.
Si tu les dices algo a tus padres yo voy
a tener que decirles que te hiciste una paja mientras nos mirabas
Por mi expresión Elsa debió darse cuenta
de lo asustada que yo estaba y quiso asegurarse de que yo guardaría silencio.
No te de vergí¼enza, yo también me hago
mis buenas pajas y cuando se esta caliente como tu son mas ricas.
Quise hablar y no pude
A ver, seguro que te has mojado
Sin mas me metió la mano debajo de la
falda, no pude reaccionar, noté sus mano entre mis piernas, apreté los muslos.
Déjame ver ….
abre
Los separé, estaba aterrorizada – Elsa
sonreía, mientras su mano me acariciaba sobre la braga.
Cariño.
Estas ardiendo
Había separado mi braga y sentí sus
dedos tocando la carne de mi vulva, me hizo daño cuando intento metérmelos
dentro y di un grito.
Perdona cariño……así ….
.
así despacito
para que te de gusto .
El terror se había convertido en angustia, una angustia
que me subía hasta la garganta, los ojos se me llenaron de lagrimas, me dejé
caer de espaldas en la cama mientras ella seguía tocándome .
A la angustia y al
terror que sentía fue uniéndose una sensación nueva que las supero.
Empecé a
notar que aquellos dedos que me frotaban la vulva me producían un intenso placer
que se iba adueñando de mi poco a poco, gemí.
Te gusta?
No conteste, pero involuntariamente mis
caderas se movieron.
Quería sentir mas, quería que aquellos dedos frotaran mas
fuerte.
Mas…….
mas
Gemí desesperada dándome cuenta de que
algo iba estallar dentro de mi.
Elsa apuro sus caricias
Te vas a correr ….
te estas corriendo.
Algo pareció desprenderse en mi
interior, mi vagina se lleno de calor y de jugos que manaban sin cesar, arañe la
colcha desesperada, creo que grité, apreté la mano de Elsa con mis mulos
mientras todo mi cuerpo temblaba.
Menuda corrida!
Le oí decir a Elsa
Bueno descansa y ….
¿no les dirás nada a
tus padres, verdad?
Cerró la puerta y me quedé sola tumbada
en la cama, con la falda por la cintura, abierta de piernas y la vulva latiendo
.
Me parecía horrible lo que había pasado,
me encontraba terriblemente mal, lloré desconsoladamente y cuando llegaron mis
padres yo estaba metida en la cama.
Elsa entró con mi madre a la habitación.
Llegó mal del colegio.
Debe ser un corte
de digestión.
Lo dijo tan tranquila.
Aquella noche me masturbe no se cuantas
veces.
Estuve dos días en la cama .
A partir de entonces empezo mi calvario.
Odiaba a Elsa, pero al mismo tiempo sentía una atracción enfermiza por ella.
Me
di cuenta de que Elsa era mala.
Gozaba sabiendo que me tenía sometida y que yo
haría todo lo que ella quisiera.
Lo descubrió enseguida porque además de mala,
era lista y supo muy pronto lo que a mi me estaba pasando.
Cuando estabamos solas en casa yo
mariposeaba con cualquier excusa por la cocina.
Te gusto la paja que te hice eh?
Me miró sonriente
Eres una putita caliente.
Yo no soy eso!
Claro ….
.
claro.
que no mujer.
Pero te va
la marcha.
Ven!
Me levanto la falda y allí mismo en
medio de la cocina de pie, me masturbo .
Hija te corres que da miedo y…¿sabes
que? Que me has puesto cachonda a mi.
Mira como estoy por tu culpa.
Se sentó en la mesa, se subió la falda y
apartando la braga me mostró su vulva.
Tenía una gran cantidad de pelo negro, su
vulva me pareció enorme.
Se la había abierto con los dedos, veía el agujero
negro de la entrada de su vagina rodeado de carne roja brillante de humedad que
se abría y se cerraba en suaves contracciones.
Quieres hacer una tortilla?
Una tortilla? – repetí sin entender
No sabes lo que es una tortilla?
No
Es cuando se lo montan dos mujeres, tu
me lo tienes que hacer con la lengua.
Elsa daba por hecho que yo tendría que
hacérselo, que tendría que meter mi lengua en su vagina.
Miré su vulva de nuevo
y sentí un temblor recorrerme el cuerpo.
Una sensación de asco, se mezclo con
un fuerte deseo.
Tendría que meter mi lengua en su vagina, sentir el sabor de
sus jugos, tener mis labios pegados a aquella carne palpitante.
Me latían las
sienes
Vamos……ven!
Me acerqué sin apartar la vista de su
entrepierna.
Ella se acomodo sobre la mesa apoyando su espalda en la pared,
dobló las rodillas y separo mucho los muslos.
Su mano se puso sobre mi cabeza y
fui inclinándome despacio, un olor dulzón me entró por la nariz, notaba el calor
que desprendía su sexo , saqué la lengua y rocé la carne de su vulva, mis labios
se mojaron con sus jugos.
Mas arriba ………mas arriba
Se movió contra mi cara, mi lengua
recorría su vulva y notaba en mi boca sabores distintos.
Ahora la pasaba mas
arriba de la vagina y el sabor era otro, mas suave,.
menos dulzón .
El mundo
para mi, en aquel momento se reducía a las sensaciones que sentía en mi lengua.
Ahi!……ahi!
Mi lengua había tocado su clítoris
hinchado , la lamí suavemente, era suave, lo apreté con los labios.
Elsa se
movió, apretándose contra mi boca.
Así…….
así, sigue……sigue …Ah!——-ah
Empecé a chupar con toda mi boca
abierta, mi lengua se metía en su vagina se retorcía dentro y subía de nuevo
hasta su clítoris, lo tomaba entre mis labios y lo chupaba.
Méteme los dedos ….
méteme los dedos.
Lo hice, mientras chupaba su clítoris
metí mis dedos en su vagina.
Elsa me apretaba la cabeza con la mano y empujaba
su vientre contra mi cara, casi no podía respirar pero seguí chupando.
Las
piernas me temblaban, apreté los muslos y empecé a correrme.
Elsa gemía fuerte, me tiró del pelo
apartándome.
Yo me arrodillé en suelo, metí la mano entre mis piernas
apretándome fuerte mientras seguía corriéndome.
Es la primera vez que hago una tortilla
y !caray! es muy buena.
Elsa se había sentado en la mesa ya
recuperada.
Házmela tu a mi- le pedí
Chiquilla tu estas loca!….
no como yo un
coño por nada del mundo.
Sentí deseos de matarla
Ven siéntate aquí, a mi lado.
Te la voy
a cascar, debes estar caliente como una burra.
Bájate las bragas.
Las bajé y me senté a su lado sin
rechistar.
Comenzó a tocarme
Quieres hacer la tortilla completa?
Como…….
Se abrió la blusa y se saco un pecho
fuera.
Chúpalo …chúpame el pezón
No pude reprimir mi excitación.
Su pecho
era grande, con una areola oscura y un pezón gordo.
Chúpalo mientras yo te la casco.
Sus dedos me acariciaban, metiéndose en
mi vagina y subiendo a mi clítoris para frotarlo.
Yo había puesto mi labios
alrededor de su areola y chupaba su pezón.
Uno de sus dedos se metió entre mis
nalgas y sentí que me acariciaba por detrás.
Me gusto pero me hizo daño cuando
intento metérmelo.
Me haces daño
Entonces empezó a acariciarme con las
dos manos.
Estaba a punto de correrme, el dedo que me acariciaba por detrás
empujaba tratando de entrar, mi ano empezó a ceder y aquel dedo fue metiéndose
dentro, le metió y lo sacó.
Empecé a temblar, dejé de chupar su pezón y apreté
mi cara contra su pecho.
La sensación de placer que los dedos que frotaban mi
clítoris , fue haciéndose mas fuerte que la del dedo metido en mi ano y las dos
mezcladas desembocaron en una corrida fortísima.
No quería que parara, el gusto
era tan grande que hasta ella se dio cuenta de que estaba ida.
Quedé como alelada durante un buen rato
Vamos niña espabila!…….
.
te corres de una
forma que asustas.
Después de aquello yo me convertí en su
tortillera, en su esclava.
Le había gustado la experiencia .
Eres una viciosilla.
Te gusta comerme el
coño y la verdad es lo comes muy bien.
Te gusta chupar mi corrida, te tragas
toda la leche
Yo me sentía muy mal, me daba asco de mi
misma de aquella mujer me tratara como a una basura.
Creo que mi madre empezó a
olerse algo.
Elsa sabe si a la niña le pasa algo? La
veo muy rara
Hija me tienes muy preocupada.
No
quieres decirme lo que te pasa?
Elsa debió tomar miedo a que yo acabara
hablando y un buen día desapareció si n dar ninguna explicación.
Esta es la parte negra de mi vida y
ahora os contaré la blanca.
No hay comentarios:
Publicar un comentario