sábado, 18 de junio de 2011

El sobrino favorito

Para empezar debo decir que yo no mido 1.90, peso 100 kg, ni soy una montaña de músculo, tengo un cuerpo acorde a una persona que practica hace muchos años una disciplina deportiva y que tiene 30 años. Por otro lado mi tía, la otra protagonista de este relato verdadero, tampoco es una súper mujer, por el contrario si se conserva bien es más por una cuestión de suerte que por fuerza de voluntad. Es separada desde hace algunos años, ha estado por lo que yo sé siempre con el mismo tipo y siempre ha sido una mujer super calentona…
La verdad es que no recuerdo el momento en que me empezó a gustar mi tía, hermana de mi padre, sólo se que me empezó a gustar cada vez más, hasta el día que me hice una paja tremenda pensando en ella. Recuerdo siempre que podía tratar de apoyarla, rozarla, tocarla, tratar de darle besos lo más cerca de la boca posible, espiarla cuando se podía e imaginarme una y mil veces como cogería esa mujer.
Recuerdo también una vez que estuve a punto de darle un terrible beso en un cumpleaños hace dos años atrás, recuerdo la calentura que me agarré, es más, lo evoco hoy y mi sangre hierve nuevamente, recuerdo que le decía: “Dale, dame un beso, no seas mala” “No, No puedo, ¿cómo te voy a dar un beso?” “Dale, Tía divina, dame un beso terrible, es mi cumpleaños, ¿soy tu sobrino predilecto o no?” “Si, lo sos pero yo soy tu tía y no puedo…”
Recuerdo que después de insistir me agarró el cuello se acercó para darme lo que yo tanto quería y algún estúpido me llamó y me cagó el beso, puesto que ella se inhibió. Pero después de eso, cada vez que me acordaba de la situación me agarro una calentura que me encamé con mi mujer y la cogí pensando en mi tía.
La cuestión que conforme mis fantasías crecían también crecía mi culpa, y también ella se daba cuenta que yo, no la quería tan solo como a una tía, y aunque siempre hemos tenido la mejor onda, hemos hablado de casi todo, cada vez que yo le insinuaba algo ella me decía que yo era su sobrino que ella era mi tía y que no podía, pero a mí no me importaba, seguía insistiendo, puesto que pensaba que por cansancio iba a ganar.
Luego me fui a vivir al interior y por chat me atrevía a decirle un montón de cosas, dado que la distancia me daba más valor. Que me la quería comer toda, que le haría esto, lo otro y ella siempre que no, que era su sobrino y ella mi tía. Y yo pensaba “ayy, basta con esa mierda del parentesco, te quiero coger y nada más, no quiero que te enamores de mi, te quiero recontra coger y mucho más”
Un día volví a Buenos Aires para mi cumpleaños y, previo a esto, le pregunté que me iba a regalar, con obvias insinuaciones, ella me dijo que mucho amor y que no se cuantas cosas más. La verdad es que su amor no me importaba. Entonces como me quedé unos días más, fui a su casa con cualquier excusa, hablamos un rato largo, ella me contaba acerca de sus cosas, que su ex marido esto, que esto otro y mientras hablábamos yo me imaginaba posiciones, formas, caras, gritos y gemidos de cómo me la cogería, estaba al palo.
En un momento dado ella estaba de espaldas me acerqué por detrás, le apoyé mi pija en su culo y la abracé a lo que ella no se movió pero me dijo: “Que estás haciendo, conmigo no, que soy tu tía” La di vuelta e intenté darle un beso y ella me dijo que NO, ¿Que hacés tarado? y me sacó con el brazo, forcejeamos unos segundos y ella se empezó a reír, no se por qué pero yo me tenté y me reí también.
Entonces le digo, voy a al baño, cuando estaba en el baño escuché que empezó a tocar el piano y yo me empecé a tocar la pija, pero aunque estaba muy caliente tenía terribles nervios, no imaginaba que podía llegar a pasar, si tenía éxito era lo que quería, pero y si me rechazaba y entonces se lo contaba a alguien, decidí jugármela y correr el riesgo, cuando la tuve bastante dura, salí del baño y caminé hacia donde estaba ella con la verga afuera al palo total.
Ella seguía tocando el piano, no se si no se dio cuenta o no quiso mirar, pero cuando estaba al lado me dijo: “Que haces con eso ahí” “lo saqué para que lo vieras y es todo para vos” “¡guarda eso querés”! “¡vení, agárralo y guárdalo vos”! “No, salí de acá con eso, que te pensás que soy”
Ahí lo primero que me salió fue un acto de fuerza mayor, le agarré la mano y le dije “¡No ves que me calentás un montón, hija de puta, que me pones a 1000 grados y que te quiero recontra coger”! “no, que no,” le dije: “Mira puta de mierda me tenés cansado, me lo vas a chupar ahora y te la vas a meter toda en la boca porque si no te voy a cagar a trompadas”, “No, me importa, cagame a trompadas”. Y ahí tuve que apelar a otras estrategia: “dale una chupadita aunque sea”, insistí e insistí hasta que gané por cansancio “ok, solo una chupada” y yo dije “ok” se sentó en una silla y empezó a chupármela.
No puedo describir la sensación de ver a la persona de mis fantasías chupándomela y haciéndolo con tanto placer, entonces mientras me la chupaba, bajé una mano y empecé a tocarle una teta, ella para mi sorpresa se dejó, entonces comencé a tocarle las dos, le saqué mi pija de la boca y la besé, ella se dejó, me agarró nuevamente la pija y se la empezó a comer de una manera animal, hasta que le dije: “pará, pará, pará ahora me toca a mí”, la subí arriba de la mesa, y ella totalmente entregada y recaliente, se dejó.
Le bajé los pantalones, la bombacha y empecé a comerle esa concha de una manera bestial sin parar, le chupé absolutamente todo, el culo, el clítoris, le metí un dedo mojado en el culo de todo, entonces me incorporé y cuando se la iba a meter me dijo “ok, me vas a coger pero una sola vez” “ok” y pensé, tiene que ser para esta mujer la mejor cogida de su vida, que cada vez que me vea se acuerde y me quiera coger.
Y así fue, empecé a metérsela despacio y profundo, ella con sus piernas en mis hombros, esto hacía que se la metiera hasta el fondo, debo reconocer que mi verga no es muy larga, pero si es gruesa. Después seguí de manera más fuerte y después animal, se la sacaba y hacía que se bajara de la mesa en la que estaba y que me la chupara. Para después ponérsela nuevamente, me senté en la silla y se sentó encima, se la metió y empezó a cabalgarme de una manera animal, un rato largo, hasta que hice que me la chupara de vuelta, luego sentada la puse de espalda y podía ver como mi pija entraba en esa concha que tanto había imaginado, soñado y deseado. Ayy dios recuerdo las pajas que me hice pensando en esa posición…
Luego me levanté la puse de frente a la mesa, sus tetas colgaban, puse una pierna sobre la mesa y le entré como un animal descontrolado, la metía y la sacaba con mucho fuerza, la agarraba del pelo y le decía cualquier barbaridad al oído: ” ¿perra estás caliente no?, te gusta como te cojo? necesitabas un pija urgente, te gusta como te la meto hasta el fondo? como es la primera y única vez que te voy a coger te la voy a meter en el culo, hija de puta!” ella me dijo “si por favor!!”.
Entonces se la saqué hice que me la chupara y que me dijera cualquier cochinada mientras me la chupaba… la levanté, la puse de espaldas a mi e hice que se inclinara y empecé a lamerle el culo y meterle uno y dos dedos, cuando sentí que estaba muy caliente, me incorporé, agarré la punta de mi verga y primero le puse la cabeza, cuando entró, la agarré del pelo y le dije:
“Ahora putita de mierda, respira hondo” ( la absoluta verdad es que, de la calentura que tenía y de todas la veces que lo había imaginado, las palabrotas me salían solas) y ahí se la metí entera hasta el fondo, ella hizo un gesto de dolor terrible para después empezar a gemir, y entonces empecé a cogerla sin parar, despacio para después cada vez más fuerte y cuando estaba cogiéndola me dijo “ayy que bien que coges, si por favor, seguí no pares, cógeme, más y más fuerte hijo de puta”
Y yo pensé “siiiiiii, lo hice, lo quería, lo logré, lo quería”, sabía que a partir de ese momento me la iba a poder cojer todas la veces que quisiera. Entonces con la calentura que me produjeron esas palabras, la cogí sin parar, hasta que se la saqué y le acabé todo en la boca, llenándola de leche por todos lados…
Luego la senté arriba mío la llené de besos, abrazos y mimos, y cuando me recuperé me fui…nos dimos un abrazo, ahora cada vez que vuelvo es cita obligada pasar a visitar a mi tía querida….

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